Katniss Everdeen, ha sobrevivido de nuevo a LOS
JUEGOS, aunque no queda nada de su hogar. Gale ha escapado. Su familia
está a salvo. El Capitolio ha capturado a Peeta. El Distrito 13 existe
de verdad. Hay rebeldes. Hay nuevos líderes. Están en plena revolución.
El plan de rescate para sacar a Katniss de la arena del cruel e
inquietante Vasallaje de los Veinticinco no fue casual, como tampoco lo
fue que llevara tiempo formando parte de la revolución sin saberlo. El
Distrito 13 ha surgido de entre las sombras y quiere acabar con el
Capitolio. Al parecer, todos han tenido algo que ver en el meticuloso
plan..., todos menos Katniss.
Esta espera fue más de lo que parece, ya que
la anterior 'Catching Fire' resultaba superior a su primera parte, pero
cometía un error grave: contaba exactamente la misma historia de la 1,
por lo que uno puede saltarse la segunda y pasar directamente a esta
tercera sin perderse mucho. Antes de la llegada de la tercera parte,
pudimos contemplar algunas producciones que intentaban contagiarse del
éxito de distopías: 'The Maze Runner' que fue horrible y la peor del
lote. Una propuesta no tan terrible fue 'The Giver', película pensante
devenida a ciencia ficción distópica; que fue interesante pero su
excesiva sobreproducción la alejo de las masas: desde el baño de color
blanco y negro hasta el lenguaje y los flashbacks y actores veteranos
del prestigio de Academia, fue un esmalte algo sofocante, demasiado
pulido. Y la más exitosa 'Divergente'.
Esta última tenía todos los elementos para ser
más entretenida que 'The Hunger Games': una mezcla de tendencias
fashion con un alma urbana, lo cual es ideal para convertirse en un
producto más Trash y adolescente y destinado a las calles. Sin embargo
se derrumba por su gobierno totalitario completamente estúpido ¿Que
clase de dictadura impondría un sistema tan poco práctico de dividir la
sociedad en personalidades? además de la dirección plana de Neil Burger.
Por eso 'The Hunger Games' probó que lo mejor era ser simple y adulto,
lo que no significa que tenga un sustancia envidiable ni sea realmente
'adulto'; después de todo la dictadura y ánimo de revolución expuesta en
esta saga difícilmente se la pueda comparar con las verdaderas
dictaduras y revoluciones, son esquemas diluidos y pensados para una
nueva generación de narcisismo, que necesitan estas alegorías
pseudo-comunistas para un mundo frívolo. Sin embargo se lo puede
considerar una franquicia madura y humana.
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